Edwin Escobar y la Bajada de la Muerte

Los signos son unidades de mínimas de sentido, que en conjunto y en la práctica social pueden hacer mensajes potentes, como la señales de tránsito. Un hexágono rojo con líneas blancas y la palabra alto nos previene cuando no llevamos la vía. Una luz amarilla del semáforo, nos alerta y transmite el mensaje precaución, una rayas blancas en la carretera nos previenen que hay que bajar velocidad si son delgadas, y las gruesas nos hacen ver que hay un paso peatonal; en fin son tantas y tan necesarias para la vida hipercódificada de nuestras urbes, que al final casi nadie repara en ellas y menos las autoridades.

En la carretera de occidente, como todas las del país, que aparte de estar destruidas, se da el agravante que prácticamente toda la ruta interamericana carece de señales de tránsito. Pero la verdadera bajada de la muerte, se encuentra a un puñado de kilómetros de la capital que sirve de entrada y salida todos los días a miles de personas, la Cuesta de Villalobos.

Los traileros en mi tesis tienen dos grandes problemas: obligados por leyes municipales a viajar en la madrugada, sufren de fatiga y se duermen en el inicio de la bajada, o bien por temerarios desconectan el motor, que sumado al peso del vehículo, cargamento y velocidad prácticamente entran a la bajada sin aire en los compresores y sin frenos, listos para llevarse todo a su paso, en especial vidas humanas.

Hasta aquí el problema es de los traileros imprudentes y empresarios del transporte avaros. Pero es culpa del Alcalde de Villa Nueva señor Edwin Escobar, entretenido en la ANAM y en sus aspiraciones presidenciales, ya que es indolente no sólo al estado de la calles del municipio, si no también a los accidentes en la Bajada de la Muerte en la que se ha convertido la Cuesta de Villalobos, que también es su responsabilidad.

Debe entender que carecer de señales de tránsito desde Metro Sur, hasta el final de la cuesta es simplemente un problema de comunicación social, que tiene una rápida y pronta solución y que es responsabilidad de su gestión municipal.

Se deben instalar señales luminosas, mensajes de texto que despierten a los traileros grandes y refractivas, que les prevenga de frenar con el motor, de no desconectar el vehículo y alertarlos que deben ir más atentos y despiertos que inicia la bajada de la muerte.

Señales en el asfalto y una serie de luces amarillas, acompaños de tres turnos de policías de tránsito que prevengan a los que circulan por el sector y que impongan las multas en la madrugadas a los que conducen con exceso de velocidad, para respetar las jornadas de ochos horas de trabajo.

¿Cuánto ahorrarían esas miles de personas que entran a la ciudad de madrugada?, que sufren por lo menos un accidente de gran magnitud a la semana, ¿cuánto mejoraría su calidad de vida?, si la subida y bajada de esos pocos kilómetros fuera una prioridad para la Municipalidad de Villa Nueva, ¿cuánto se lo agradecerían esas miles de personas?.

No sé, hay cosas que no se pueden cuantificar, como el bienestar o los grados de satisfacción, lo cierto es que ya pasan dos años y hay que volver a votar, si no se preocupa de esa bajada el señor Edwin Escobar, que el pueblo se lo demande en las urnas.

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