El 30 de mayo del año en curso concluyen los dos años para los cuales fueron electos los actuales Representantes Estudiantiles ante el Consejo Directivo de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
De acuerdo con mi experiencia administrativa, de 2012 a 2016, los procesos de elección y todo lo que ello conllevó para que la comunidad estudiantil manifestara su interés por inscribir una planilla que en verdad los representara, o bien este sector se sintiera atraído por acuerpar un movimiento sólido, capaz de levantar una campaña proselitista de altura, fueron casi nulos.
Y es que hablar de campañas proselitistas de altura debe ir más allá de la mera gestión económica que se pueda imaginar; porque dentro de todos los estudiantes universitarios, los de Comunicación tienen la ventaja de saber estructurar y comunicar sus estrategias de una forma convincente, tomando en consideración la capacidad innata que todo buen comunicador desarrolla en su faceta de estudiante.
Por otro lado, el ejercicio democrático de hacer valer su derecho de elegir y ser electo ha pasado desapercibido entre la mayoría de estudiantes que, si bien es cierto de forma minoritaria han llegado a emitir su voto, también es cierto que se han olvidado de darle seguimiento al trabajo que cada uno de los estudiantes electos ha dejado a su paso por el máximo Órgano de Dirección de la Escuela.
En los últimos seis años, el Consejo Directivo ha estado integrado por tres diferentes planillas de Representantes Estudiantiles, todas ellas electas por una minoría de estudiantes que para los fines electorales que precisan en las Leyes y Reglamentos universitarios, ha sido suficiente. Sin embargo, y volviendo a la formalidad e importancia de lo que el vocablo “Representante” guarda en sí mismo, es preciso acotar que los intereses estudiantiles han sido los menos atendidos por quienes debieron asumir el compromiso de defenderlos.
Hoy estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral, y el Consejo Directivo ha convocado al sector estudiantil para que participe en la elección de sus próximos Representantes para el periodo 2018-2020, quienes estarán obligados a defender los intereses de los casi 4,000 estudiantes inscritos en nuestra Escuela.
Creo que es importante la exhortación que como autoridades y docentes podamos brindar al sector estudiantil, y no para decirles qué hacer o por quién votar; no para obligarlos, como en el pasado, a emitir su voto a cambio de puntos, lo cual es una de las más perversas ilegalidades. Lo que nosotros podemos hacer por este sector es blindarlos en una elección transparente, de estudiantes para estudiantes, darles un tiempo dentro del curso para que puedan ir a emitir su derecho al voto, exhortar a las y los jóvenes de las carreras técnicas para que también se involucren y no dejen sólo en manos de los estudiantes que «ya van de salida», la posibilidad de una mejor representación estudiantil.
La convocatoria ya está publicada, las redes sociales han de ser testigos de las estrategias de comunicación de cada planilla inscrita; vivamos entonces una elección estudiantil de altura, de academia, de legalidad, de ganas y los mejores deseos de trabajar y de asumir compromisos serios con el sector que los elegirá, sin que las y/o los candidatos electos lleguen con el pensamiento deshonesto de anteponer intereses personales, como los que hasta ahora se han dado.
La ECC USAC precisa replantear la participación estudiantil en toda su dimensión, y este es un buen ejercicio para empezar a hacerlo.