Niños vendedores en la USAC

Niños en la Universidad de San Carlos trabajan para ayudar a sus padres con la esperanza de una vida mejor. 

Por: Maryanne Lec

Bajo la lluvia dos niños corren y se esconden el uno del otro mientras cuidan una carretilla llena de  artículos para  venta a los estudiantes de la USAC que pasan junto a ellos, Diego Alexander y Brayan Daniel dos hermanos que trabajan después de la escuela para ayudar a sus padres económicamente.

“Quiero ser aboga… bombero igual que mi hermano”, responde el pequeño de los dos hermanos después que el mayor lo golpeara  para que cambie la respuesta a mi pregunta. ¿Qué quieren ser de grandes?, tienen 11 y 10 años y cursan quinto y tercero primaria, no recuerdan cuánto tiempo llevan trabajando pero si saben que empezaron desde que eran muy pequeños.

“En la mañana vamos a la escuela 15 de Septiembre, llegamos acá a las 12 del medio día y extendemos la venta, a veces venimos los dos y a veces solo uno. Ayudamos a mi papá a vender y a las 8 de la noche recogemos nuestras cosas. llegamos a nuestra casa a las 10 pm, allá en El Trébol”, menciona Diego quien también nos cuenta que tiene una hermana mayor que no trabaja con ellos porque el regreso a su casa por la  noche puede ser muy peligroso.

Como método de entretenimiento entre las tediosas horas en su puesto de trabajo utilizan el teléfono de su padre para jugar y al regresar a su casa hacen sus tareas. Ambos esperan poder pasar de grado aunque no tienen certidumbre de hasta qué año escolar podrán seguir asistiendo al centro educativo, Diego y Daniel forman parte de los 507.000 niñas y niños guatemaltecos que trabajan en edades de siete a catorce años.

Según el viceministro de educación, José Moreno, la falta de interés en la escuela se debe a que tanto padres como niños no ven una ventaja inmediata que puedan utilizar para mejorar su calidad de vida, sin embargo, en su opinión solo están obteniendo satisfacción de una necesidad y no de crecimiento.

Nos estancamos en la academización en exceso y no nos centramos en la educación que se debe retomar. El sistema se desalineo y  nos interesa más que los niños multipliquen de diez por diez que no saben resolver problemas de la vida diaria por medio de esta educación”,  agrega el doctor Moreno.

Según Moreno nos estancamos en el analfabetismo funcional, pues pocos estudiantes  tienen comprensión lectura y matemática. Las evaluaciones a estudiantes graduandos refleja que de cada diez estudiantes sólo uno se gradúa con conocimiento integral.

El panorama futuro se ve aún más incierto en el tema educativo, para el 2028 existirá un bono demográfico que implicará que de cada cinco jóvenes centroamericanos tres serán guatemaltecos y que según el viceministro estos pueden llegar a ser tanto a una población con un ímpetu que va a cambiar el país por medio del sistema escolar o a un grupo que se va a enraizar a estructuras delictivas para solucionar sus problemas con rutas más rápidas.

Mientras guardan su venta, la lluvia acrecienta y esperan a su padre para poder irse a casa mientras otro vendedor cercano a ellos los cuida, fue un mal día, por asueto y debido al mal clima hubo pocos clientes.

Fotografías por: Maryanne Lec

 

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