En Guatemala el acceso a los alimentos de alto valor nutricional en el área rural, sigue siendo una limitante para el adecuado crecimiento infantil. Es por ello que la iniciativa titular “Evaluación de un modelo de alimentación complementaria utilizando alimentos funcionales elaborados con yogur enriquecido con harina de grillo (Acheta domesticus) y yogur enriquecido con harina de ramón (Brosimum alicastrum).” Es una iniciativa que aporta directamente al adecuado crecimiento en peso y talla de niños en edad escolar.
Por: Emely Cruz y Luz Alvarez
Según datos de -UNICEF- en el área rural de Guatemala, donde se encuentra el porcentaje más alto de la población de origen maya, el 80 por ciento de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición infantil. A nivel nacional el país tiene el 49,8% de desnutrición crónica, «colocando a Guatemala en el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo en cuanto a desnutrición infantil».
Es por ello que el Consejo Coordinador e Impulsor de la Investigación -CONSIUSAC- priorizo la generación de un modelo de alimentación complementaria con el uso de yogur enriquecido, visualizando su aporte directo a los compromisos nacionales e internacionales que además permite el aprovechamiento de la industria local y pone productos al alcance de las personas más necesitadas.
¿Cómo surgió la idea de un yogur enriquecido con harina de grillo y harina de ramón?
El investigador Sergio Antonio Hernández quien coordina el proyecto indicó que todo inició cuando asistió al congreso de la Comisión Económica para de América Latina y el Caribe –CEPAL- en el año 2016 en Chile. En la actividad se presentaron los datos de desnutrición crónica en niños de Latinoamérica. Mostrando que 6 de cada 10 niños en Guatemala, no llegan a la talla adecuada a la edad de 5 años.
Recibir estos datos alarmantes me hizo pensar en que somos una institución académica, investigamos y profundizamos en cómo producir leche en menor precio y mejor calidad, pero los resultados que estamos teniendo en alimentación dice lo contrario».
Hernández comenta que al regresar a Guatemala sus inquietudes por la información obtenida en el congreso eran muchas. En menos de un mes junto al investigador Axel Godoy formularon la propuesta para presentarla en la convocatoria de la Dirección General de Investigación –DIGI-
El manejo de la leche es algo complicado, es difícil que los niños acepten este lácteo por el problema de acides. Entonces pensamos en yogur, un producto más noble y enriquecido. A eso le añadimos el plus que es la suplementación de proteína de origen animal y vegetal”.
Hernández asegura que este proyecto no se plantea para solucionar el problema de Seguridad Alimentaria en Guatemala, sino es una alternativa de alimentación complementaria para contribuir a la nutrición infantil. También menciona que dentro de la Universidad de San Carlos de Guatemala –USAC- no hay un equipo de investigación u organismo que trabaje en la Seguridad Alimentaria directamente.
Fue así como el proyecto dio inicio, empezando por mejorar la microbiología de la leche en la Finca «San Julián» ubicada en Patulul, Suchitepéquez, la cual está bajo la administración de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia –FMVZ- de la USAC.
El yogur que es consumido por 26 niños de la Escuela Privada Mixta Tecun Uman que se encuentra ubicada dentro de la finca, es elaborado en la Planta de Procesamiento de Lácteos. Aproximadamente 5 meses es el tiempo que 13 niños han consumido yogur con harina de grillo y 13 con harina de Ramón de una manera segura, la cual ha sido aprobada por cada padre de familia.
Con una leve sonrisa y suspiro de satisfacción, Antonio Hernández nos cuenta que ahora los niños son los que piden el yogur, el reloj apunta a las 9:30am y se puede escuchar a los menores corear “yogur, yogur, yogur”, cuando a principios del proyecto era difícil que lo consumieran.
“Se empieza a ver pequeñas diferencias. En unas semanas realizaremos el último pesaje del año, pero esperamos que en el próximo ciclo escolar se mantenga esta tendencia y alza”.
Aunque los resultados han sido positivos en el proyecto, el verdadero desafío está en mantenerlo. Es por ello que esperan que este lácteo entre en el listado de proveedores de la Ley de Alimentación Escolar que se aprobó el año pasado. Esperando que este modelo se pueda replicar en Petén, Zacapa, Chiquimula, Quiché y definir las áreas en donde más necesidad hay.
El investigador Sergio Antonio nos expone que este proyecto ha sido posible gracias al trabajo en equipo. El cual está integrado por el Investigador Axel Godoy, Director de Fincas Edgar Polanco, Secretario Académico Hugo Noriega, administración de –FMVZ-, Ileana Ralda auxiliar de investigación, trabajadores de la finca, maestras de la escuela y colaborares como la nutricionista Milvia Arévalo, Doctor Rodrigo Valenzuela de Chile y tres epesistas.
Vida entre bovinos
Sergio Antonio Hernández de 36 años de edad, recuerda que de pequeño era un poco introvertido y disfrutaba mucho analizar y explorar las cosas, siempre sintió curiosidad por los animales.
De parte de la familia materna tenían una planta de lácteos por ello recalca que creció entre sueros, queso y leche. Y por el lado paterno tenían ganado, por ello desarrollo el gusto por el trabajo de campo.
Tuvo la oportunidad de estudiar en la capital y por las vacaciones regresar a Chimaltenango. Sergio Antonio, se graduó de Bachillerato en Ciencias y Letras. Aunque su pasión por los animales inició desde pequeño, al ingresar a la Universidad de San Carlos -USAC- opto por la carrera de Ingeniería por motivos familiares.
“En ese tiempo recibía algunos cursos de ingeniería en el edificio S-10, todos los días pasaba por la Facultad de medicina veterinaria y zootecnia, siempre decía que allí era donde tenía que estar”.
A finales del primer año en la universidad decidió hacer su traslado para la Escuela de Zootecnia, nos cuenta que desde que entró le gusto el pensum y la integración agrícola que manejan. Sergio finalizó su carrera en el año 2007.
Estuvo laborando para una reconocida empresa hondureña la cual tenía a cargo el 80% del proyecto del vaso de leche escolar.
“Yo me mantenía en fincas, en la planta, tenía que supervisar el manejo del ingreso de leche, el pasteurizado ya que recibíamos 24 horas leche de toda Guatemala”.
Al realizar un proyecto durante el módulo del curso de bovinos, el docente encargado, mostró interés en el trabajo de Hernández, por lo que le extendió una invitación para ser docente auxiliar durante 2 años. Regresando a la Universidad de San Carlos de Guatemala en el año 2009 para impartir el curso de bovinos, recalca con alegría que el próximo año cumple 10 años de impartir dicho curso.
“Siempre tuve la inquietud de que nosotros somos la orientación a producir al menor costo, buscando la eficiencia productiva, sostenible ambientalmente, económicamente y desde el punto de vista humano también. Un enfoque más integral”.
Hernández indica que “muchos productores se están muriendo, ya que producen leche pero no saben qué hacer con el lácteo, no tienen capacidad para darle viabilidad”.
Por ello Sergio Antonio Hernández exhorta a la sociedad guatemalteca para que apoyen los proyectos de la USAC, que van dirigidos a mejorar desarrollo de los guatemaltecos. Y a los estudiantes universitarios para que tengan un enfoque social y que no se queden únicamente con la perspectiva revolucionaria acostumbrada sino retomar la capacidad de propuesta.