Sin duda alguna el 2019 será un año trascendental para los guatemaltecos, se realizarán elecciones importantes como la general donde tendremos que decidir quien presidirá el Organismo Ejecutivo, los diputados al Congreso de la República, considerado el organismo más importante y al que quizá muchos no le damos el interés debido al momento de emitir nuestro sufragio.
El año que ya transcurre, también será vital porque tendrán lugar otras elecciones, como la de Contralor General de Cuentas, que seguramente es la más próxima en el Legislativo en donde después de un interesante trabajo de la comisión de postulación, los diputados ya cuentan con la nómina de seis profesionales de la Contaduría Pública y Auditoría para seleccionar a quien por cuatro años, dirigirá la entidad fiscalizadora de los recursos públicos.
En el congreso de la república también tendrá lugar más adelante la elección de quien dirigirá el Instituto de la Defensa Pública Penal, una entidad que al parecer pasa inadvertida, pero cuyo trabajo es importante especialmente para quienes no pueden pagar los honorarios de un abogado y deben recurrir a los servicios de dicha entidad obligada por ley a asistir legalmente a quien así lo requiera.
Por si fuera poco, también se debe seleccionar y elegir a quienes tendrán a su cargo la administración de justicia en los años venideros, me refiero a los magistrados de las salas de apelaciones y la misma Corte Suprema de Justicia, proceso que por cierto, se espera esté ya lejos de los amaños a que supuestamente ha sido sometido en años anteriores, prueba de lo anterior, ex magistrados procesados y/o en prisión.
Así las cosas, nos esperan meses con mucha información y toma de decisiones, ojalá y quienes tengan en sus manos la selección de candidatos para las distintas elecciones, antepongan lo profesional a otros intereses y que en la más importante, Presidencia del Ejecutivo y los diputados al Congreso de la República, los guatemaltecos aptos para votar lo sepamos hacer de la mejor manera posible.
Ya no nos podemos dar el lujo de seguir experimentando, el país está al borde del precipicio y esto lo deben entender los candidatos a cargos de elección popular y aquellos que serán seleccionados por comisiones de postulación. Debemos asumir nuestra responsabilidad cada quien desde nuestras trincheras y hacer lo propio por un futuro mejor para nuestros hijos y nuestros nietos.
He leído y escuchado opiniones pesimistas que indican que lamentablemente no se aprendió la lección de 2015 y que nuevamente los políticos nos engañarán con espejitos y cuanta cosa esté a su alcance en la campaña electoral, yo quiero ser optimista y pensar que algo aprendimos, toca llevar el mensaje a la gente que aún es vulnerable de ser engañada, aunque de algo si estoy seguro, el hambre es canija y puede más que el uso de la razón, a veces.
Pd. Encantado de haber colaborado durante el 2018 con ESU, retomo la columna después de un receso, espero ser constante y si no, el espacio quedará disponible para quien pueda colaborar.
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