Por: Freddy Poroj
Con relación a las abstracciones teóricas en los procesos de comunicación, según Eco (2000) como uno de los campos de acción de la semiótica, cabe destacar la importancia de las inferencias y lo fundamental de su proceso psíquico, el cual permite la acción del signo, conocida como semiosis. Al respecto de esta, Elizondo (2012), explica que es:
La concepción de la vida como un proceso dinámico de signos – signos en acción, signos vividos por el hombre, signos expresados en las creencias y en los hábitos – encuentra su marco de análisis en una teoría general de los signos, donde la semiótica – que es el análisis formal de los signos – y el pragmatismo – como teoría de la acción – constituyen el punto crucial. (14)
La inferencia, otrora conocida como una figura lógica que permitía adquirir directamente una conclusión, a partir de una premisa. En este sentido, se entiende que el término que nos ocupa significa: interpretar. Recuerde usted que esto último es uno de los elementos de la acción humana al lado de la emisión y percepción de signos conjuntamente con las operaciones de referencia, vea el artículo (https://elsancarlistau.com/2019/01/07/inferencia-y-signosis/); aquí se plantean tres tipo de inferencias, las cuales explicaré brevemente.
La Inferencia de Abducción (IA), según su modo de pensar no lineal y como una forma de razonamiento, está íntimamente vinculada con la de Deducción e Inducción; y esto porque conforme la descripción de cualquier hecho o situación que realiza se plantea por defecto, como mínimo, una hipótesis la cual en su rol de respuesta inmediata dará posibles razones, producto de premisas que se obtienen por diversas fuentes de emisión. También es conocida como conjetura porque evalúa ciertos fenómenos mediante las técnicas de la observación, lo cual hace que carezca de una validez lógica que deberá ser confirmada, sin caer en lo absoluto, sino más bien en lo probable. Por ejemplo, utilizando como regla general: todos los estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación (ECC), son trabajadores. Tiene como resultado: esos estudiantes trabajan; tomando como caso: Esos estudiantes son de la ECC.
Al hablar de la Inferencia de Deducción (ID), hago hincapié al axioma porque como se sabe, este recurso teórico es una proposición que no requiere de ningún tipo de demostración, ya que es una verdad incuestionable, inmutable. En una definición del Diccionario de Semiótica, se describe al axioma como un “Enunciado o proposición inicial de un sistema deductivo, no demostrada dentro del mismo sistema, y que se toma como punto de partida y condición de la demostración de cualquier teorema del sistema.” (Albano y otros, 2005: 30). Es por eso que la ID, funciona como un argumento cuya conclusión se obtiene mediante premisas, además se le puede conocer en filosofía como silogismo. Para este tipo de inferencia, sugiero la lectura de este artículo (https://elsancarlistau.com/2018/11/26/el-argumento/). Siguiendo con el ejemplo anterior, para este tipo de inferencia tomando la misma regla general, el caso sería “Esos estudiantes son de la ECC”; como resultado: esos estudiantes son trabajadores.
Y por último, la Inferencia de Inducción (II), cuyo propósito es analizar e indagar con las pruebas que permiten la posibilidad de la ID, para obtener conclusiones de manera general consciente que no puede ser validada porque puede expandir el conocimiento de lo que se tiene como real y verdadero, totalmente contraria a la ID. Siguiendo al autor arriba citado, este tipo de inferencia “Designa al conjunto de operaciones lógicas y cognoscitivas efectuadas durante la descripción o construcción de un modelo, y que consiste en pasar de un componente a una clase, y de una proposición o principio particular, a un principio general.” (130). Llegado a este punto, el caso sería: esos estudiantes son de la ECC, teniendo como resultado: esos estudiantes son trabajadores y como regla general: todos los estudiantes de la ECC, son trabajadores. En resumen, los tres tipos de inferencia quedarían de la siguiente forma:
- ID – Regla general: todos los estudiantes de la ECC, son trabajadores. Caso: esos estudiantes son de la ECC. Resultado: esos estudiantes son trabajadores.
- II – Caso: esos estudiantes son de la ECC. Resultado: esos estudiantes son trabajadores. Regla general: todos los estudiantes de la ECC, son trabajadores.
- IA – Resultado: esos estudiantes son trabajadores. Regla general: todos los estudiantes de la ECC, son trabajadores. Caso: esos estudiantes son de la ECC.
Dado lo anterior, se entiende que, tanto la II como la IA, no tendrán valides sin una confirmación empírica, empero a pesar de cualquier argumento que pretenda dar validez a una de estas dos, existirá con probabilidad una excepción. De ahí la importancia de la competencia semiótica para la interpretación adecuada de los signos asociados a sus significados. Por cierto, Eco explicaba con respecto a las inferencias naturales, como primera categoría de signos que “…encontramos un bloque de usos lingüísticos según los cuales el signo es indicio evidente del que pueden extraerse deducciones con respecto a algo latente.” (Eco, 1990: 21)
Fuentes:
- Albano, Sergio; Levit, Ariel y Rosenberg, Lucio (2005). Diccionario de semiótica. Grupo Editor Montressor. Santa Fe, Buenos Aires, Argentina.
- Eco, Umberto (1990). Semiótica Y Filosofía del Lenguaje. Editorial Lumen, S. A. España.
- Eco, Umberto (2000). Tratado de Semiótica General. Editorial Lumen, S. A. Barcelona, España.
- Elizondo, Jesús Octavio (2012). Signo en acción. El origen común de la semiótica y el pragmatismo. México. D. F. Ediciones Culturales Paidós, S. A.
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