El país de la eterna primavera

Guatemala es un país rico, poseemos una diversidad de flora y fauna, que estamos perdiendo a causa del cambio climático, el manejo inadecuado de la basura, o incendios forestales causados generalmente por la mano del hombre.

Los guatemaltecos somos alegres y serviciales, ingeniosos, creativos, caritativos, pero fallamos con la falta de disposición, esto se refiere al ya bien conocido hecho de que los guatemaltecos dejamos todo para el último momento, en lugar de ser previsores y visualizar que puede suceder si cambiamos esa mentalidad.

Pero arrastramos serios problemas sociales como la pobreza, la desnutrición, la falta de oportunidades y la educación de calidad   -es la herramienta esencial para el desarrollo personal y colectivo del ser humano-; aunado a graves problemas políticos, en los cuales existe consenso centrado en la corrupción, que impera en sus instituciones estatales, aunque el consenso no incluye el combate a la corrupción.

Analizando los problemas multifacéticos que afronta Guatemala ¿por dónde debería de poner prioridad el próximo gobierno?

Creo que el primer paso es activar la economía, qué es donde más reciente el bolsillo del guatemalteco. Según expertos, reactivar la economía implicaría realizar una estrategia que permita al país incrementar su tasa de crecimiento económico, crear más empleos productivos, mejorar los salarios, promover la inversión, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos productivos, desencadenar procesos de innovación, aumentar los niveles de consumo, estrategia que no existe por el momento.

El segundo paso es garantizar la Certeza Jurídica, para proteger, defender y garantizar los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad.

La seguridad jurídica, según el Diccionario de la Lengua Española: “Es la cualidad del ordenamiento jurídico que implica la certeza de sus normas y, consiguientemente, la previsibilidad de su aplicación”. Eso nos permitirá atraer inversión nacional y extranjera para el desarrollo del país.

Y el tercer paso es fundamental, continuar con la batalla contra la corrupción, la corrupción facilita el crimen organizado, ya vimos que el actual gobierno no estaba comprometido, para erradicar la corruptela que existe en el estado, al contrario, hizo todo lo posible por desmantelar lo que ya se había hecho, ahí será la historia quien lo juzgue.

Pero nosotros como sociedad debemos de continuar esa lucha, exigir a las nuevas autoridades que también se unan en esa batalla, los guatemaltecos no debemos ser orgullosos y creernos que no necesitamos ayuda. La ayuda es indispensable y no importa si es la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CIGIG) renovada, la Administración para el Control de Drogas (DEA) o la Oficina Federal de Investigaciones​ (FBI).

Y para muestra un botón, en esta semana el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un nuevo informe al congreso sobre la corrupción en los países del triángulo norte y en el que incluyó a 27 guatemaltecos que han ocupado y algunos siguen ocupando altos cargos en la administración pública, y la lista va desde exministros, diputados, y exdiputados al congreso, magistrados de la Corte Suprema de Guatemala.

Todo esto evidencia que la ciudadanía debe continuar la lucha contra el cáncer de la corrupción, que se ha enquistado en las instituciones en el país de la eterna primavera.

Sólo así vamos a tener una educación de calidad, cero desnutriciones infantiles, y que todo guatemalteco tenga un trabajo digno en el cual se desarrolle, sin necesidad que tenga que salir fuera de su patria para vivir dignamente.

cintillo de opinión

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