De acuerdo con la coyuntura política que estamos viviendo hay muchas dudas e inquietudes de la población. En las últimas semanas han surgido incertidumbres en cuanto al efecto que tendrá el voto nulo al momento del conteo el domingo 16 de junio.
Analistas políticos, consideran que en la actualidad hay suficientes argumentos para que se produzca un cambio a través de la emisión del voto nulo, que ahora sí tiene validez, pero que en estas elecciones “no tendrá una potencialidad suficiente”, para que supere el 50 por ciento en el caso de la elección presidencial.
Es una opción que se puede considerar para el futuro, donde las personas, a través de este voto, manifiesten su desacuerdo con la clase política que se presenta para dirigir el país. Se comprende el planteamiento, pero la opción de cambio, por ahora, no alcanzaría el número de votos, por el tiempo, la desinformación que existe sobre el mismo.
Lo único que nos queda a los electores, durante el actual proceso es exigir a los candidatos que expliquen con claridad sus proyectos programáticos, como lo van hacer, porque de la obra, lo más importante y fundamental, con qué recursos económicos, lo van a realizar.
A continuación les presento un extracto de una entrevista realizada a Christian Castillo, investigador del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, (IPNUSAC).
¿Qué efectos tendría el Voto Nulo específicamente en el congreso?
“Creo que hay dos efectos el primero el formal, si más del 50% de los distritos vota nulo en contra de sus diputados, se deben repetir por única vez la elección debiendo los partidos políticos repetir las asambleas, y volver a nominar candidatos y eso no sería una solución porque pueden volver a nominar a los mismos candidatos.”
“Esto obligaría, en algunos distritos donde gane el voto nulo, a los ciudadanos a ir a las urnas tres veces, la primera vez para las elecciones generales votar por las cinco papeletas, la segunda vez por el balotaje o segunda vuelta, y la siguiente para repetir las elecciones a diputados.”
“Porque la ley manda, sí gana el voto nulo se deben repetir las elecciones en algunos de los fines de semana de octubre, esto no logra romper el descontento de una clase política desprestigiada, que no representa a los distritos, – en el caso de los diputados- y a la larga vino a pervertir al punto de que los caudillos territoriales, prácticamente cooptaban la representatividad de los distritos enquistándose en el congreso cómo caudillos de los distritos.”
“El segundo efecto y el más delicado, el voto nulo juega a favor de la política tradicional ¿Cómo? Si no llega al 50% + 1, lo que hace es reducir votos efectivos qué son los que asignan las curules por el sistema de representación de minorías o sistema D’Hondt, quiere decir, que, entre menos votos efectivos, que son los que asignan las curules a los diputados van a ganar sus curules con menos legitimidad formal.”
¿Cómo ciudadanía, que debemos hacer nosotros para poder cambiar esta situación?
“En primer lugar, asumiendo la responsabilidad de participar y de quienes están empadronados ir a votar”.
“La mejor forma de manifestar descontento con la clase política y los partidos tradicionales es votando y si es necesario utilizar el voto como un castigo; no votar por los listados de siempre, no votar por los partidos de siempre, evitar votar donde hay diputados tránsfugas, evitar votar donde hay redes familiares que son quienes llevan los primeros lugares”.
“El primer reto es, no ser apático y evitar que el descontento qué hay con el sistema, con las condiciones de la oferta política, y con las condiciones de inestabilidad en estas elecciones de 2019, aumente las tensiones. Ese sería el peor, cómo ciudadanía”.
“Luego me parece que el reto para la sociedad en su conjunto es, no quedarse con el voto, porque históricamente el problema ha sido que entregamos un cheque en blanco, a las autoridades que salen electas, vamos a votar los que votamos, pero después nos olvidamos de fiscalizar las decisiones públicas, que toman nuestros representantes, en la función de representarnos.”
“Los ciudadanos guatemaltecos somos excesivamente cómodos votamos y nos olvidamos del gobierno, y nos acordamos sólo para reclamar cuando no han cumplido nuestras expectativas, o no ha cumplido con sus ofrecimientos de campaña.”
“Pero no nos organizamos y no nos interesamos en la cosa pública, ni le damos seguimiento a las decisiones que afectan la cotidianidad de los guatemaltecos, creo que hemos venido aprendiendo.”
Considero importante informar a mis lectores, que el voto nulo para diputados y para presidente, tiene valor porque existe mucha información, y en este momento pareciera ser no muy recomendable, según los expertos, muchas veces por la cotidianidad, no nos preocupamos del valor tan grande que tiene nuestro voto.
Sí comprendemos que todo lo que estamos viviendo actualmente en estas elecciones tan atípicas, creo que también somos responsables, por apatía, desconocimiento, o falta de interés.
Es el momento de que todos nos levantemos, este 16 de junio, a emitir un ¡Voto Responsable!